traducción en revisión...
1974-03-30 En la Escuela Freudiana
Conferencia dada en el Centro cultural francés el 30 de marzo de 1974, seguida de una serie de preguntas preparadas de antemano, y fechadas como del 25 de marzo de 1974. Publicada en obra bilingüe: Lacan en Italia 1953-1978. En Italia Lacan, Milán, La Salamandra, 1978, pp. 104-147.
(104) Díganme, ¿cómo tengo que hablar en francés? Es preciso que ponga mucha atención en pronunciar bien, o es que ustedes son capaces de escucharme, así, a media-voz, lo que puedo tener para decir…
Hay quien quiera, en suma que yo… que yo pronuncie muy bien….
Levante la mano, escuchen, apresuremos.
Bien, entonces.
Entonces, estoy a su disposición para responder a sus preguntas. Ya tengo las preguntas… con las que estoy muy contento porque son cuestiones que prueban que…
¿Acaso hablo suficientemente alto ?…
Sí
¿Qué tal?
... son de las cuestiones que... que prueban que han trabajado verdaderamente bien con Contri [1a], quiero decir trabajado las cosas que tengo escritas, entonces estoy muy contento por estas preguntas.
Entonces... como es preciso que alguien ponga las cosas en marcha… diré cierto número de cosas... voy a decir un cierto número de cosas que no responden inmediatamente a todas las preguntas, porque eso requeriría mucho tiempo... voy a decir un cierto número de cosas que voy a procurar esclarecer... esclarecer en su exacto alcance. Lo que espero, es lo mínimo de lo que puedo esperar por haberme molestado, ¿no?
No estoy aquí para hacer turismo ni tampoco para reposarme –son dos cosas distintas ¿no? El turismo y el descanso.
Pero estoy aquí porque lo que espero es que (105) algo se produzca en Italia, a saber que un cierto número de personas aquí, sean, sean digo, -es el verbo es-se-re[1] –sean analizadas[2].
Pero eso no depende de mí. Para ser analista, lo que es una posición muy difícil aunque totalmente condicionada por el punto en el que estamos, quiero decir que...
buenos días!
Venga cerca de mí, Fachinelli [2a]. Venga. Venga, quería verlo aquí. Fachinelli es, en suma, la primera persona, que me leyó en Italia y a la que eso le hizo algo.
Entonces… para que ustedes sean analistas, no puedo en absoluto, quererlo yo en su lugar. Eso debe venir de cada uno.
Hay… puede haber alguien que desee[3] ser analista... es una cosa de la cual ciertamente hay demanda, de analistas. Les explicaré por qué, después. En fin, eso va a suceder, porque hay demanda –pero no es en lo absoluto, ésta, una razón para que quienquiera responda.
Puesto que, acabo de decirlo, es una posición casi imposible.
Entonces, no puedo quererlo yo en su lugar. Es preciso que sea cada persona que se palpe, al respecto, y que decida querer serlo.
No hago, para que haya analistas, propaganda [4] alguna.
No veo en lo absoluto, por qué hacerlo…
En absoluto no es, tampoco, que no haya necesidad de analistas, en Italia.
Seguramente se los necesita, por la razón que en Italia estamos en el mismo punto... que es el punto que voy a tratar de definir.
Voy en verdad a tratar de definir por qué las cosas están tal que se tenga necesidad de analistas. Esto es seguramente verdad tanto para Italia como para todas partes, además.
No es una razón para que los haya... quiero decir que alguien se consagre a este lugar.
Entonces, no hago propaganda alguna… La palabra propaganda esta verdaderamente asociada, desde hace mucho tiempo, a la idea de fe… en fin, de propaganda, es así como la palabra nació, de propaganda fide[4].
No hay necesidad alguna, tampoco, de tener fe. No veo incluso, cuando hayan escuchado lo que tengo para (106) decirles, cuál fe podrían tener para ser analistas.
Hay una necesidad, en el punto al que hemos llegado, una necesidad, es lo que digo, para que hubiera analistas.
Esta necesidad esta ligada a algo que es del orden…
… nos hemos dado cuenta desde hace mucho tiempo que lo necesario estaba ligado con lo que acabo de decir : a saber, que es del orden…
… es del orden de que hay algo que se ha vuelto imposible….
….algo que se ha vuelto imposible en la vida, la vida cotidiana de las únicas personas que conocemos, de las que sabemos, ciertamente, que hablan, a saber; lo que se llama generalmente "los hombres".
Hay algo que devino imposible por el hecho de una cierta irrupción.. Algo que puntúo como lo real.
Nuestra relación con lo real… ––… cuando digo « nuestra » hablo de los seres hablantes – hay algo que se volvió imposible por una suerte de irrupción de lo real que se escapa de nosotros quizá, pero que se volvió extremadamente incómodo.
Lo real por la ciencia se echó a abundar… quiero decir que incluso la forma en que esta mesa fue construída, es algo que tiene otra insistencia que, en la vida anterior de los hombres, eso nunca antes había podido suceder.
Me referí a esto en Roma hace ocho días… pido perdón a quienes no pudieron venir en ese momento…
Lo real se hizo de una presencia que no estaba antes a causa del hecho que nos pusimos a fabricar un montón de aparatos que nos dominan, así nunca antes se había producido.
Es únicamente a causa de esto que fuimos empujados a considerar que el análisis, es la única cosa que puede permitirnos sobrevivir a lo real.
El hombre tuvo siempre muy bien el sentido de lo que podía alcanzar de lo real. Tuvo siempre una idea muy precisa al respecto.
Lo real, es la única categoría en la que puede saber algo, y exactamente es para esto que comenzó por interesarse… si ustedes tienen alguna idea de lo que es la historia del saber, (107) deben saber que comenzó a interesarse por el cielo ––lo que es una cosa rara, porque habría podido comenzar por interesarse en la tierra.
Rapidamente comprende muy bien que no podía agarrarse más que del cielo.
Cuando hablo del cielo hablo de lo que se llamó por mucho tiempo la bóveda celeste, a saber : Las cosas que están siempre en la misma posición en el cielo.
Entendió muy bien esto: Que allí podía saber algo […] es a partir del cielo que hizo, si puedo decir, descender sobre la tierra cosas que sabía hacer.
Comprendió muy bien que… era ya una cosa prodigiosa, ¿no es así?, completamente prodigiosa que haya comprendido inmediatamente, que no había mas que cielo de lo que pudiera aferrarse para hacer lo que no había logrado desde hacía mucho tiempo, a saber toda clase de maquinitas que, a fin de cuentas lo aplastan porque a fin de cuentas lo que se relaciona con su vida, es otra cosa.
Simplemente… el estorbo que esas maquinitas aportan a su vida, lo ponen en la urgencia de saber cómo vive.
Naturalmente… no puede tener ninguna especie de idea al respecto, puesto que las únicas cosas que verdaderamente puede saber, pasan por otra parte… por eso que llamé cielo, que nada tiene que ver, bien entendido, con la idea religiosa del cielo. Pasan por otra parte, a saber, por algo a lo cual él tenia acceso y, como estaba atorado con todo lo que le había llegado por esta consideración del cielo, como estaba realmente atestado hasta el punto en que todo puede suceder, siente el peligro… entonces llegó a pensar que habían personas a las que había que ayudar a vivir, y para eso se elocubró otro saber, que trata al menos de ver la relación que esto tiene, la vida, con el saber.
… Entonces, ahora voy a entrar en algo que parece… que parece ser una filosofía.
Lo que acabo de decir hasta ahora, es la evidencia, la evidencia de que no es por casualidad, que el análisis –– a saber la necesidad que tienen las gentes de tener alguna pequeña idea de lo que ellas son como seres vivos–– que no es por casualidad que esto no apareció sino en nuestros días (108)… en nuestros días a causa de este estorbo de lo real.
[…] No es absolutamente una filosofia, es simplemente un…. Un cierto punto de referencia, un cierto reconocimiento de eso con lo que es preciso ponerse de acuerdo, eso con lo que es preciso ponerse en resonancia, para llenar esta función que es requerida por…. digamos, ¿que ? –– el mundo moderno.
Requerida para que no haya mucha gente que sea atropellada por lo real.
Es para esto que se necesida de gentes que uno llama, de hecho impropiamente, psicólogos.
Los psicólogos, es una herencia, una herencia de una cierta idea que uno se hace de las relaciones del hombre con lo que imaginamos ser…. Un mundo, a saber; algo que fuera hecho para él.
Entonces, lo que trato de enunciar es eso a partir de lo cual… quiero decir, lo mínimo para que ésta práctica sea soportable para las personas que a ella responden.
Quiero decir: Quienes se ofrecen, es el caso decirlo. Se ofrecen para llenar esta función que se volvió necesaria, a saber para que las personas tengan una pequeña idea de lo que comporta sobrevivir a la entrada de un real ––además, cuando digo « un real » no hago más que historia –– a la entrada de un real que no es forzosamente más real que cualquier cosa, sino el único real del que fueron capaces, justamente, de introducir en su vida.
A fuerza de remover las cosas que no habían sido nunca capaz, verdaderamente, de hacer venir sino del cielo, están ahora comidos por lo real.
Lo real, eso no quiere decir que es verdaderamente real… es el único real al que fueron capaces de acceder.
Ahora que lo materializaron, por llamar las cosas por su nombre, se dan cuenta de que eso no tiene mucha relación con su vida de siempre.
Pongo esta palabra « vida » entre comillas porque no está muy seguro que vivan.
La prueba además, es la relación que tienen con lo real, que es ciertamente –ahora la cosa es tangible [batte sul tavolo] –– algo muy insoportable.
Entonces, traté de decir lo mínimo... lo mínimo gracias al que se podía, si puedo decir, hacer que, este real, conciba lo que llega con él, a saber que eso nos, digo,
aplasta. Eso en realidad hace más: eso nos impide respirar, eso nos estrangula.
(109) Entonces, el punto en que estoy… el punto en el que yo estoy, esta ligado a una larga… en fin, « batalla ».
Hubo batallas ––es no muy francés, es preciso decirlo–– hubo batallas que Lacan « combatió ». (En francés no se dice nunca « combatir una batalla » : se « libra » una batalla. Pero eso no tiene importancia alguna. No veo por qué no se diría que Lacan combatió batallas, en esto que no se combaten batallas, una batalla, combatimos a un adversario…. Etc.)
Entonces, en efecto combatí algunas cosas… combato algunas cosas en el pensamiento de los analistas.
Es cierto que el hecho de creer, de creer, porque Freud dijo ciertas cosas, porque esto deja intacta la noción del yo, por ejemplo, ––que es una cosa venida más tardíamente en el pensamiento, en la filosofía— de pensar que el inconsciente de Freud, eso dejaba intacto el yo, ––yo diría incluso más, era la primera vez que se osaba hablar del yo autónomo, de la idea de que se tiene una instancia, para expresar como lo dice Freud mismo, una instancia que sería aquella del yo y que seria una instancia distinta de lo inconsciente–– es verdaderamente una cosa que no pudo ocurrirsele más que a personas que creían deber explicar lo que hacían, de una cierta forma, a saber; venir a garantizar un yo que…
[El discurso se interrumpe por cambio de cinta]
La idea de que el analista tiene un aliado –– porque es así, es de ahí que partió la idea del yo autónomo–– un aliado en el yo de cada uno y, que este yo es autónomo, es una cosa que verdaderamente, no pudo ocurrírsele sino a personas, cuyo fin admitido era explotar este terreno, a saber; que estaban en relación con hombres que sufrían de algo, a saber; ¿de qué?, a saber, de un retorno de la historia, en el punto en que nosotros estamos, de esta irrupción de las cosas fabricadas ––fabricadas según el modelo celeste, ¿no es así?
La idea de explotar esto pasándoles la mano por la espalda y diciéndoles:
« Pero lo que hay que hacer es liberar su yo autónomo, liberarlo de todo esto de lo que él sufre de una forma patente y de lo que no hay razón alguna.
(110) [Sin imagen] [4a]
Jacques Lacan dibuja el « nudo borromeo » en el Congreso de la Escuela Freudiana de Paris en Roma, 31 de Octubre – 3 de noviembre de 1974]
(111) que en consecuencia, no continué sufriendo por eso ––pero puesto que usted tiene un yo autónomo… esta de corazón con nosotros »
Es muy raro, es un ejemplo de eso que no es tan nuevo, ¿no es así?: se logró durante siglos fascinar a la gente con eso que se llama fe…. Es decir aplazarlos, desplazarlos…. Digamos la palabra: Engañarlos.
Entonces, ¿por qué los analistas no continuarían…? La única cosa molesta… es que es no puede continuar más.
A saber que eso, ––hacerle creer a las gentes que ellas tienen un yo, cuando todo va en contra–– eso no puede funcionar más.
Están demasiado aplastados por lo que es la consecuencia de su saber ––a saber; que su saber se les devuelve en plena cara y los estrangula.
Pueden hablarles del yo, así, durante cien años, eso no los mejorara.
Quiero entonces que esto continúe.
Estoy seguro que eso no puede continuar, y que en todo caso, si hay algo de lo que los analistas son muy incapaces, es de hacer creer a alguien en el yo.
Así como pienso por otra parte, que los analistas, en suma, vienen a su lugar…. No quiero decir totalmente que por ahí ellos tienen la antorcha de la esperanza…. Son como todos los hombres condicionados, llamados a una función, y una función que puede llenar eso de lo que se trata, a saber si no se puede saber de las cosas que por el momento servirían… servirían a estos seres hablantes… les servirían y les permitirían acomodarse a las consecuencias de su saber: es seguro que para esto es preciso saber al respecto un poco más.
Y que ciertamente, lo que hay que saber además, no es la existencia del yo autónomo.
Trato de decir el mínimo de lo que resulta de esta experiencia, de la experiencia del analista.
¿Por qué avanzo esto bajo esta forma que es la del nudo?
El nudo en el sentido que hay cosas que se sostienen juntas y que tienen un comportamiento muy especial, el nudo de los tres registros o categorías que son lo real, lo imaginario y lo simbólico.
Es así como a mi me ha surgido, después de algún tiempo de experiencia analítica.
Entonces los asocié, intercalando comas (112) entre cada uno: lo imaginario, lo simbólico, y lo real.
Tampoco ustedes son invitados por mí a creerlo: están invitados a tratar de servirse de eso. Esto no es en lo absoluto, una iluminación filosófica: partí de mi experiencia, y me pareció que… me pareció que eso daba cuenta de algo, a saber, de cómo esta experiencia se constituye.
Cuando hablo de simbólico, naturalmente, no se trata absolutamente de la metáfora, de las imágenes, de lo que generalmente se llama el símbolo –de lo que Jung, por ejemplo, llama el símbolo–– en el sentido por ejemplo, en que el corazón dibujado seria el símbolo del amor: no es de eso en lo absoluto de lo que se trata.
Cuando hablo de lo simbólico, se trata de la lengua.
Para ustedes la lengua… –– que escribo yo en una sola palabra : yo digo lalengua, porque eso quiere decir lalala, la lalacion, a saber que es un hecho que muy temprano el ser humano hace lalaciones, así pues, no hay más que ver a un bebé, escucharlo, y que, poco a poco hay una persona, la mamá, que es exactamente la misma cosa que lalengua, a parte de que es alguien encarnado, que le transmite lalengua....
… Entonces, para ustedes, lalengua es la lengua italiana, para mi, resulta que es la lengua francesa –pues es la que me enseño la madre que era la mía…
Y me parece difícil no ver que la práctica analítica pasa por ahí, puesto que todo lo que se demanda a la persona que viene a confiarsele, no es otra cosa que; hablar.
Vi recientemente a mi buen maestro –– puesto que era entonces mi maestro, mucho antes que Freud – era Étienne Gilson.
Étienne Gilson era tomista, y gracias a él practiqué a ese viejo autor, este viejo autor que estaba lejos de ser un idiota, puesto que todo lo que dice se sostiene muy, muy bien, en fin…
El buen Étienne Gilson le hace la objeción a la Traumdeutung de Freud… de escribir, y de escribir allí, porque él leyó Freud, de escribir los sueños.
Es cierto que en efecto, hablar un sueño es algo que no tiene nada que ver con el sueño mismo, el sueño como vivido.
Es lo que me objeta Étienne Gilson, que no es Freudiano.
(113) La diferencia entre el y yo es que… yo tuve una práctica analítica… y él me objeta eso, que a fin de cuentas, un sueño es algo que uno no puede decir porque es algo vivido.
Creo que… como está muy viejo ahora –tiene veinte años más que yo, lo que no es poco, puesto que ya tengo muchos, años–– pude llegar a hacerle captar que él aportaba agua a mi molino: a saber; que es justamente al no tomar el sueño sino una vez completamente, ¿por qué no decirlo? Traducido en lalangue, que quiero que eso sea lo vivido[6].
A parte de esto: que como yo no sé, qué es lo que es la vida[7], se los señalé mucho antes, yo no sé tampoco qué es lo que es lo vivido. Se bien que se le atribuye, en una cierta filosofía, mucha importancia a lo vivido, pero yo no soy filósofo, yo soy practicante, y lo que sé es que un sueño, eso se descifra, eso se interpreta, pero únicamente, a partir del momento en que el analizante habla de ello.
Lo que es fabuloso es que... es el hecho que ese vehículo que siempre ha sido, en si mismo, un enigma, si se lo habla, entonces ahí se descubre que uno puede interpretarlo.
A saber, que precisamente es al nivel del hecho de que es hablado, que se percibe que oculta lo que en principio no parecía en absoluto, en su vivido, que oculta un saber, y que es lo que Freud designó bajo el nombre de inconsciente.
Es a saber; que diciendo ciertas cosas, entre las cuales hay unos sueños, entre las cuales están los actos fallidos, entre las cuales están los chistes, se ha dicho más de lo que uno ahí sabe.
Que se sabe sobre eso en el sentido del que hablé inicialmente, en el sentido de lo real... lo real que descendió del cielo, e incluso, que tiene todas las posibilidades de que la lengua se haya formado cristalizada de alguna manera, como precipitación de ese saber.
Pero eso... eso seria decir más de lo que sabemos al respecto.
No digo que la lengua no sea formada sino del inconsciente: no sólo no lo digo, sino que es seguro que la lengua lleva la huella de todo un uso práctico, que desciende de otro saber y nominalmente de ese saber que califiqué hace poco como saber de lo real, a saber de lo que el hombre fabricó con el cielo.
(114) No lo digo, y lo digo tanto menos en cuanto pienso que no hay más vía que ese hilo, por el hilo de lalengua, que podemos justamente, leer ahí la huella de otro saber, otro saber que en alguna parte esta en el lugar de lo que Freud imaginó, digo imaginó, como inconsciente, y que lo que tenemos que hacer, es seguirle el hilo a esta imaginación freudiana, a ver a dónde lleva eso, lo que eso quiere decir, cómo está estructurado.
Si puse por delante la función de lalengua en la práctica analítica, era simplemente para que... para que el análisis no sea una estafa. Para que no sea una estafa, lo menos que hay que hacer es saber con qué se opera.
Encuentro a pesar de todo, increíble decir que, una práctica que no se pasa sino haciendo hablar a alguien, y después de todo escuchándolo, incluso de tiempo en tiempo respondiendo, intervinendo, decir que la lengua ahí no sirve para nada, a saber; que se busca más allá, que se busca no se qué, por ejemplo...
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